Los cacos habían estado en Alicún de Ortega en Nochebuena y no dejaron un buen recuerdo precisamente. Al parecer, desvalijaron dos casas tras cerciorarse de que no había nadie dentro. Los vecinos les 'cogieron la matricula', se quedaron con sus caras (que diría un castizo). Si se les ocurría regresar, no lo tendrían tan fácil. Y regresaron. Ylas pasaron canutas. Los presuntos ladrones eran cuatro y llegaron a Alicún de Ortega en el mismo coche plateado que utilizaron en su 'visita' de Nochebuena. En este sentido, fueron detectados enseguida y uno de ellos fue atrapado y maniatado por las más de cien personas que se habían reunido para impedir que hicieran de las suyas.
Otros dos intentaron huir por los tejados con tan mala fortuna que uno de los que pisotearon se vino abajo y quedaron atrapados entre los cascotes. Al percatarse sus perseguidores de lo ocurrido, montaron 'puestos de vigilancia' en el exterior del inmueble hasta que llegó la Guardia Civil y se hizo cargo de los sospechosos.
El cuarto supuesto delincuente logró escapar por el río.
El suceso ocurrió la noche de este pasado sábado y, a última hora de ayer, los tres presuntos cacos permanecían en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Guadix.
Los malhechores cometieron varios errores, el principal de ellos, no tener en cuenta el riesgo que suponía volver a 'dar un palo' en un municipio como Alicún de Ortega, un pequeño pueblo granadino de apenas 500 habitantes en el que todos se conocen. Es imposible que los forasteros pasen desapercibidos. Y más aún si los extraños van con malas intenciones. Fue lo que ocurrió el pasado sábado por la noche. Varios vecinos vieron merodear por la localidad a un coche plateado que ya había estado anteriormente en el municipio. Esas visitas coincidieron con varios robos en viviendas de Alicún de Ortega y saltaron todas las alarmas. A través del whatsapp, se juntaron más de un centenar de personas y comenzaron a rastrear las calles de en busca del turismo sospechoso, que estaba ocupado por cuatro individuos. No tardaron en dar con él. Al verse descubiertos, los presuntos ladrones abandonaron el automóvil y huyeron a pie. Los vecinos corrieron tras ellos.
En un ambiente tenso, la gente de Alicún de Ortega 'retuvo' o maniato a tres de los sospechosos hasta que llegó la Guardia Civil. «Por fortuna, no pasó nada especialmente grave. Pudo haber sido peor porque había mucha indignación. Los robos habían causado mucha intranquilidad. Y no solo aquí en Alicún. Parece que venían de intentar robar en Villanueva de las Torres y también habían hecho algo en Dehesas de Guadix. Somos tres pueblos muy pequeños y alejados de las localidades más pobladas. No hay presencia de la Guardia Civil. A ver si la Subdelegación toma nota», refirió a IDEAL el alcalde, Rafael Marín.